Capacitación Docente – Facultad de Ciencias Médicas – UCC San Luis

 

 

Fecha:  octubre y noviembre de 2012

 

Modalidad: semipresencial

-       12 hs. presenciales

-       24 hs. no presenciales (instancia virtual – Tutoría Página Web)

-       Total Horas: 36 hs. Reloj.

 

Capacitadores:

-       Lic Marcela Magallanes

-       Lic. Susana Galbiati

 

 

Recursos materiales: material bibliográfico digitalizado, Página web.

 

Objetivo General

Formar recursos humanos en la enseñanza de las ciencias biomédicas a fin de brindarles herramientas pedagógico-didácticas para el ejercicio de la docencia superior en el marco del Paradigma de la Educación basada en competencias.

 

Objetivos Específicos

Contribuir con la adquisición de conocimientos y nociones conceptuales generales sobre el paradigma de la educación basada en competencias.

Formular estrategias metodológico-didácticas para elaborar la planificación curricular.

Favorecer el desarrollo de habilidades pedagógico didácticas para la elaboración de los instrumentos de evaluación.

Introducir recursos pedagógico-didácticos para la enseñanza basada en competencias

 

Fundamento de este proyecto de capacitación: la Facultad de Ciencias médicas con sede en San Luis, ha diseñado un plan de estudios basado en el aprendizaje en competencias. Esto implica formar a los profesionales y profesores que acompañarán este proceso de enseñanza aprendizaje en competencias. Este desarrollo de capacidades y cualificaciones, nos instaura el tema de formar en nuestras universidades en competencias, ¿pero que son las competencias?. Perrenoud nos propone como noción de competencia la “capacidad de actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación, capacidad que se apoya en conocimientos, pero no se reduce a ellos” (Perrenoud, 1999:7). Este concepto es tratado por Adriana Aristimuño en su trabajo, Las competencias en la educación superior: ¿demonio u oportunidad?,  para la Universidad Católica del Uruguay, en donde plantea:

 

“La complejidad del problema es patente para la educación superior: se trata de formar estudiantes que tendrán que saber hacer determinadas cosas (probablemente sin ulteriores instancias formales de formación – nadie a quien “tirar el fardo” más adelante) apoyados en determinados conocimientos, pero no sólo en ellos. Gran parte del problema radica en que el pasaje de la adquisición de un conjunto de conocimientos al dominio de una competencia no es algo lineal, y debemos admitir que este proceso es bastante poco conocido para la mayoría de los docentes universitarios”.(Aristimuño, 2004: 3)

 

Sobre este punto podemos mencionar el estudio realizado por el Comite nacional de investigación sobre la Educación Superior de Londres, que habla de habilidades llave. Las habilidades conectadas con el trabajo se han denominado «habilidades llave», «habilidades transferibles» y «habilidades de dirección». En algunas Universidades  y Colegios británicos, actualmente, se incorpora la preparación para el trabajo dentro de su currículo con objetivos y enfoques encaminados al empleo. Pero, ¿cuáles son esas habilidades? Parece que deben incluirse, en general, habilidades personales e intelectuales, siendo ampliamente aceptado que es central el desarrollo de habilidades de aprender a aprender, tal como se recoge en el informe. Entre las habilidades llave se enumeran: comunicación, aplicación de números, tecnología de la información, mejora del propio aprendizaje y desarrollo, trabajo en equipo y resolución de problemas.  (Comite Nacional de investigación sobre la Educación Superior, 1997).

Propuesta de Módulos de capacitación:

 

Módulo I: EDUCAR  Y FORMAR  EN COMPETENCIAS - para educar para el cambio, se necesita pasar de una instrucción e información de contenidos a una formación de capacidades y competencias. Esto nos hace pensar en una enseñanza – aprendizaje centrada en la formación en habilidades y  competencias, un pensar haciendo y el hacer pensando. [1]

 

Módulo II: EL ENFOQUE DE COMPETENCIAS EN EL DISEÑO CURRICULAR - la idea de educar  futuros profesionales capaces y  competentes, y no meros receptores de saberes y datos, pasa a ser la base de una universidad diferente: que brinda conocimientos y herramientas para que los alumnos sean capaces de resolver situaciones problemáticas y diversas en un tiempo real. Esto plantea a la educación superior un desafío, ya que el dominio de una competencia no es algo lineal unidireccional, sino que requiere un proceso de aprendizaje apoyado en determinados conocimientos y en el desarrollo de contenidos aportando experiencias, debate de opiniones, iniciativas, etc. De este modo, un currículo por competencias que articula conocimientos globales, conocimientos profesionales y experiencias, se propone reconocer las necesidades y problemas de la realidad. Tales necesidades y problemas se definen mediante el diagnóstico de las experiencias de la realidad, de la práctica de las profesiones, del desarrollo de la disciplina y de la propia misión de la Institución. Esta combinación de elementos permiten identificar las necesidades hacia las cuales se orientará la formación profesional, de donde se desprenderá también la identificación de las competencias profesionales integrales o genéricas, indispensables para el establecimiento del perfil de egreso del futuro profesional (González, López, 2004: Cap. IV )

 

Módulo III: ENSEÑANZA APRENDIZAJE EN COMPETENCIAS - se pueden encontrar diferentes tipos de competencias que son clasificadas de distinta manera por diversos autores. Vamos a agruparlas de la siguiente manera de acuerdo a las que concitan el mayor grado de consenso son: Competencias Básicas o Instrumentales, Competencias Genéricas o Transversales o Intermedias o Generativas o Generales y las Competencias Específicas o Técnicas o Especializadas:

• Competencias Básicas.: son aquellas asociadas a conocimientos fundamentales que, normalmente se adquieren en la formación general y permiten el ingreso al trabajo. Ejemplo: Habilidad para la lecto-escritura, comunicación oral, cálculo

• Competencias Genéricas: se relacionan con los comportamientos y actitudes de labores propias de diferentes ámbitos de producción. Ejemplo: Capacidad para trabajar en equipo; saber planificar, habilidad para negociar.

• Competencias Específicas: se relacionan con aspectos técnicos directamente vinculados con la ocupación y que no son tan fácilmente transferibles a otros contextos laborales. Ejemplo: Operación de maquinarias especializadas, formulación de proyectos de infraestructura, etc.

• Competencias laborales: son las actitudes, conocimientos y destrezas necesarias para cumplir exitosamente las actividades que componen una función laboral, según estándares definidos por el sector productivo. Las competencias laborales son acumulativas. En efecto, para lograr un desempeño laboral adecuado se requiere contar con competencias básicas, que por lo general son previas y necesarias para adquirir las competencias genéricas. Además, muchas veces se requiere tener algunas competencias genéricas para adquirir las competencias específicas. Por lo tanto, se podría decir que una competencia laboral es un constructo complejo que implica competencias básicas, genéricas y específicas.



 

Módulo IV: ACOMPAÑAR EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE EN COMPETENCIAS - EVALUACIÓN

• Normas de competencias laborales (NCL): están conformadas por los conocimientos, habilidades, destrezas, comprensión y actitudes, que se identificaron en la etapa de análisis funcional, para un desempeño competente en una determinada función productiva. Se constituye en NCL cuando es aceptada como tal, es decir, como un referente o estándar sobre una determinada ocupación. El ser un estándar permite comparar un cierto desempeño observado contra dicho referente para establecer si se adecua o no al mismo. De allí se deriva que la NCL es la base para la evaluación de competencias laborales. También lo es para la elaboración de programas de formación ya que esencialmente la norma describe las competencias requeridas para el desempeño (Almada, 1998: 1).

 

 

 



[1] “Para Gramsci el principal error de los intelectuales consiste en creer que se puede saber sin comprender, sin sentir y estar apasionado, es decir, sin sentir las pasiones elementales del pueblo, comprendiéndolas históricamente y relacionándolas dialécticamente con una concepción superior del mundo… Resume esto en una frase de por sí elocuente: ‘el elemento popular siente, pero no siempre comprende o sabe; el elemento intelectual sabe, pero no siempre comprende y especialmente siente’ (Ballesteros, 1993: 79).